viernes, 11 de noviembre de 2011

Ódiame (pero sin odio)

No puedo resistirme. Es el primer sencillo del último trabajo del maestro Bunbury.
Sin pretender hacer ningún alegato del odio -sentimiento malo, malote- cuelgo "Ódiame", recién salidita del horno, para gusto y disfrute de oídos selectos. Y confieso que me muero esperando que los Reyes Magos me dejen la entrada para el concierto que va a dar en Valencia en enero (creo que me la traerán, porque estoy siendo muy buena...).
Sí quiero resaltar una cosa. El odio no, repito (Hadasita le da mucha importancia a que os insista en esto..., y más desde que sabe que hay chiquis como ella leyéndome). Pero sí la forma que tiene de trabajar Enrique. En cada uno de sus discos busca crear algo nuevo; pero no la novedad sin más sino estudiada, trabajada, currada hasta la excelencia. Y claro, le cuesta muchísimo: pero el resultado es óptimo, y hace que a mí me caiga la baba. Moraleja: el esfuerzo merece la pena (¿así sí, Hadasita? ¿así me dejas publicarla? ¡gracias, peque!).



Vaaaleeee, para los de 5ºC: buscadme arriba del vídeo, en lo que he escrito:
- dos palabras esdrújulas,
- dos sustantivos abstractos,
- dos adjetivos calificativos en grado superlativo.
- Explicad con vuestras palabras qué significa "odio quiero más que indiferencia" (vale el comodín del público -o de los papis- jeje).
- Escribid tres adjetivos calificativos para "odio" y otros tres para "amor".
- Hacedle un regalito de esos chulis que me hacéis a mí a alguien de vuestra familia y entregádselo antes del domingo. Porque en la batalla contra el odio, nosotros luchamos con las armas de nuestros dibus... ¡y ganaremos!. Besitos mil.

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